Crema de calabaza de castilla y guajillo
by Sofia
La crema favorita de Amelia con la llegada del otoño era la crema de calabaza mágica porque cada ingrediente era elegido con cuidado; la calabaza fresca de su propio huerto, el tocino ahumado de la carnicería de don Ernesto que daba un toque salado, la cremosa mantequilla
El queso holandés que derretía suavemente, y el comino y las especias que bailaban en armonía. Pero lo más especial era la flor de calabaza que Amelia recogía con delicadeza al amanecer
Una tarde, mientras Amelia preparaba su crema de calabaza, para compartirla con su familia. La crema de calabaza burbujeaba en la estufa, las historias de antaño y las nuevas experiencias se entrelazaban. Todos se unieron en torno a la cocina de Amelia, compartiendo risas y experiencias. En ese momento, Amelia notó que la magia de la comida no solo radicaba en los ingredientes, sino en la conexión que creaban entre la familia.
Al sentarse a la mesa, Amelia compartió u “Así como cada ingrediente contribuye a esta crema de calabaza, cada uno de nosotros, con nuestras diferencias y singularidades, añade un sabor único a la familia. La receta de la vida se enriquece cuando compartimos estos momentos especiales.”
En la diversidad de ingredientes y personas, se encuentra la esencia misma de la vida compartida. Desde ese día, la crema de calabaza mágica se convirtió en un símbolo de unidad y amor para la familia de Amelia y aquellos que se unieron a su festín otoñal.
Crema de calabaza de castilla y guajillo
Ingredientes
Para la crema
170 g de tocino
1 calabaza mantequilla
500 g de calabaza naranja
4 chiles guajillos sofritos
Queso de bola u holandés
Comino Entero
Pimienta blanca
600 ml de leche
Mantequilla
Ralladura de mandarina
7 flores de calabaza
Para la guarnición
2 chiles guajillos dorados en rodajas
Queso de bola al gusto
Tiras de tortilla frita
Tocino frito y cortado en cubos
Crema
Procedimiento
1— En una olla o sartén hondo freímos el tocino para qué suelte su grasa ya listo lo reservamos la mitad para moler en la crema y la otra mitad como guarnición.
2— Cortamos y retiramos todas las semillas de los chiles, los chiles que usaremos para la guarnición los cortamos en rodajas con la ayuda de unas tijeras y los otros los podemos dejar enteros porque los usaremos en la preparación.
3-En el mismo sartén donde freímos el tocino a fuego medio, cocinamos todos los chiles para que se doren con mucho cuidado de no quemarlos, ya que si los quemas amargarás el platillo.
4— Una vez que ya retiramos los chiles dorados, añadimos las calabazas cortadas en cuadros, le agregamos mantequilla, sazonamos con comino, pimienta y dejamos que se sofrían. Ya que agarraron color añadimos la leche y dejamos hervir hasta que la calabaza esté bien cocida.
5— En una licuadora añadimos los chiles dorados, la mitad del tocino, un pedazo de mantequilla al gusto, la calabaza que hervimos en la olla junto con el caldo que soltó y más comino hasta obtener una mezcla homogénea.
6— En el mismo sartén añadimos mantequilla con un poco de aceite para no quemar la mantequilla y sofreímos la crema hasta que hierva. Si crees que está muy espesa solo añádele un poco de agua y vela probando de sabor.
7— Añadimos el queso rallado a la crema para mezclarlo dentro de ella y que se derrita un poco, la probamos de sal
8— sirve la crema en un plato hondo y añádele las guarniciones. Las tiras de tortilla frita, el tocino, ralladura de queso, el chile guajillo en rodajas y la crema.
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